Salir del este de Alepo, un objetivo difícil.

Abandonar los barrios que estaban bajo control de los rebeldes hasta que hace una semana rindieron la ciudad, es un proceso complicado, sujeto a interminables negociaciones. El régimen de Al Asad organiza las salidas de civiles y combatientes en Alepo en función de las evacuaciones en Fua y Kefraya, dos enclaves de la región de Idlib sitiados por la oposición.

La ONU confirma la evacuación de 19.000 personas de Alepo y de 750 de Fua y Kefraya; mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos rebaja lígeramente ambas cifras. La Cruz roja da estadísticas algo superiores. Damasco ha autorizado el envío de 20 observadores más al este de Alepo para supervisar las salidas.

Jens Laerke, Portavoz de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU:

“ Tenemos en marcha desde hace días un mecanismo de supervisión. Hemos tenido a bastante personal en el puesto de control de Ramusa para observar lo que ocurría allí y estamos convencidos de que esta presencia contribuye a dar mayor protección”

En el plano diplomático, Moscú acogió ayer una reunión de responsables de Irán, Rusia y Turquía sobre el conflicto sirio. Son favorables a un alto el fuego generalizado y a ser garantes de una mediación entre Al Asad y la oposición.