Sigue la operación de búsqueda en el Mar Negro en la que se han desplegado equipos de localización de la Martina y Fuerza Aérea.

La aeronave tenía 33 años de vida activa, tantos que incluso las cajas negras no disponen de radioemisor, como explicó en el aeropuerto de Sochi el ministro de Transportes ruso Maxim Sokolov: “Las cajas negras de este tipo de avión TU-154 no están equipadas con señales de radio, por lo que las buscaremos en el fondo del mar entre los restos de la aeronave si se conservan tal y como esperamos. El comité de investigación está investigando las posibles razones del accidente. Por supuesto que se están considerando todo un espectro de causas y todas las posibles causas que podrían haber llevado a la caída, todas ellas se están considerando, pero es demasiado pronto para hablar de ello”.

Entre los pasajeros se hallaba también la presidenta de la fundación Ayuda Justa, Elizaveta Glinka, una conocida filántropa muy popular en Rusia por numerosas campañas a favor de la infancia. La conocida como doctora Liza acompañaba un cargamento humanitario destinado al Hospital Universitario de Tishreen, en Latakia.

De los 92 fallecidos, 64 formaban parte del coro y conjunto de danza Alexándrov, el famoso Coro del Ejército Rojo, que iban a participar en las festividades de Año Nuevo en la base aérea siria de Jemeimim, donde Rusia tiene desplegado un destacamento de aviones cazabombarderos.