Al menos cinco muertos y ocho desaparecidos en Filipinas por el tifón Nock-Ten, que ha dejado un reguero de destrucción en la parte central del archipiélago.
Las lluvias torrenciales y los fuertes viento han causado 21 avalanchas o corrimientos de tierra. Más de 20.000 casas han quedado destruidas, y numerosas carreteras, puentes y otras infraestructuras han resultado dañadas por el paso del tifón, que según las primeras estimaciones de daños ha causado estragos millonarios en el sector agrícola.