Antes de llegar a Europa, millones de personas celebraban la llegada de 2017 desde hacía horas.
Con impresionantes fuegos artificiales han dado la bienvenida al nuevo año en Dubai, junto al Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo, con 829 metros.
Fuegos artificiales también en Moscú, sobre las torres del Kremlin, con unas temperaturas anormalmente clementes para la última noche del año.
Globos blancos y fuegos artificiales en el Bósforo, junto a la mezquita de Ortaköy, en Estambul, a medianoche.
Sydney ha sido la primera gran ciudad que ha celebrado la llegada de 2017, con más de un millón y medio de espectadores para admirar los tradicionales fuegos artificiales.