El escándalo de la constructora Odebrecht parece haber sobrepasado los precedentes de corrupción por mucho. La compañía aceptó pagar 3.500 millones de dólares de multa, la mayor de la historia por sobornos, tras ser acusada de entregar 439 millones de dólares a políticos, partidos y funcionarios en al menos 12 países.