Un equipo de investigadores del MIT ha diseñado uno de los materiales más ligeros y más fuertes jamás conocidos, mediante la compresión y fusión de escamas de grafeno, una forma bidimensional de carbono. El nuevo material, una configuración de tipo esponja con una densidad de sólo el 5 por ciento, puede tener una fuerza 10 veces mayor que la del acero.