Pregunta: ¿Sabe usted quién es uno de los que hay apoyado al grupo terrorista más criminal del planeta, Daesh? Respuesta: un Premio Nobel de la Paz.

Esta es la evidencia que sale a la luz y que prueba un audio revelado por Wikileaks, donde, en lo que se aprecia como la voz del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se confirma que el Premio Nobel de la Paz fue el despiadado que dio la orden y además con gusto, de dejar que el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) siguieran asesinado Siria, cuando podía haberlos detenido.

El audio es de una reunión en septiembre pasado, en Nueva York, en la Misión de Holanda para la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ahí se reunió, discretamente, por supuesto, el secretario John Kerry como representante de Estados Unidos, con los opositores de Siria y algunos activistas.

En la reunión se desprende la verdad. Los opositores reclamaban ayuda, y a Kerry no le quedó más remedio que explicar, luego entonces, confesar y mostrar que quién apoyó a Daesh fue su propio Gobierno.

Kerry explica que tenían todo planeado para que el presidente de Siria, Bashar Al-Asad, terminara rindiéndose y aceptara negociar su retirada con Estados Unidos. La Casa Blanca creía que el grupo terrorista de Daesh, aplastaría al Gobierno sirio, y por eso, el Premio Nobel de la Paz, desde la oficina oval, lo vio crecer... y entonces, con gusto, dio la orden de dejarlos poner bombas y matar a placer para que demoliera así al Gobierno de Al-Asad.

Esta es la más horrenda declaración que un Gobierno pueda dar. No importa cual fuera el fin, pero el hecho estaba dado, apoyar el terrorismo. Estaba aceptando lo que critican y castigan ellos mismos en su reporte anual de países que apoyan el terrorismo, y entonces, ¿Estados Unidos..?

Además ¿apoyando a quién? a los más sanguinarios: Daesh. Es decir, que para EE.UU. no importa si hay que sembrar bombas, disparar misiles, matar a población civil, destrozar un país, y además, de la manera más cobarde como lo es el terrorismo, y todo, para conseguir sus caprichos e ideas.

En la reunión Kerry además explica que su genial idea terrorista, malévola y criminal -porque así hay que decirlo, escrito por la propia ley de EE.UU., que es un delito federal apoyar el terrorismo-, fue arruinada porque no contaban con que el presidente Al-Asad, iba a pedir apoyo a Moscú.

El presidente ruso, Vladimir Putin apareció y echó a perder el plan estadounidense de derrocar al Gobierno sirio. Lo explica y confiesa el propio secretario de Estado de EE.UU. Este audio ya había sido filtrado a la prensa el año pasado, CNN y New York Times lo publicaron, pero, ¿qué cree? borraron estas partes y sólo lo exhibieron como un acto de democracia al desenmascarar algo no tan grave como que a Kerry "se le habían acabados los argumentos para seguir la guerra en Siria" y nada más.

Tuvo que venir nuevamente la revelación de Wikileaks para mostrar la versión completa que compromete al Premio Nobel de la Paz: el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. "La razón, la razón por la que Rusia entró es porque EIIL se estaba fortaleciendo. Daesh estaba amenazando la posibilidad de ir hacia Damasco, y así más adelante.

Es por eso que Rusia entró. Porque no querían un gobierno de Daesh. Y apoyaron a Al-Asad. Y nosotros sabíamos que (Daesh) crecía. Nosotros observábamos. Observábamos que Daesh crecía y se fortalecía. Nos imaginábamos que Al-Asad sería amenazado. Nos imaginábamos que podríamos obligar a Al-Asad a sentarse a negociar.

En vez de una negociación, nos enfrentamos a Al-Asad y al apoyo de Putin", afirma John Kerry en el audio revelado. ¿Cuál debería de ser el castigo para un Premio Nobel de la Paz, que es además presidente de Estados Unidos y que, según audio secreto de Wikileaks, apoyó al grupo terrorista más temible del planeta? ¿Por qué CNN borró estas partes de la conversación y quién podrá castigar al patrocinador?

En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres y Madrid, siete de la tarde, México a las 12 y Colombia, una de la tarde.

Por Roberto de la Madrid