Desde Rusia se suceden las declaraciones oficiales de incredulidad y los desmentidos sobre el supuesto informe según el cual Rusia tendría información lo bastante comprometedora como para chantajear al presidente electo de EEUU, Donald Trump.

El informe, elaborado por un antiguo espía británico y que el Kremlin ha tachado de “absoluta falsedad”, hablaba de contactos previos a la campaña electoral, espionaje en hoteles con prostitutas en la habitación de Trump e incluso de la oferta al presidente electo de suculentos negocios inmobiliarios.

Leonid Slutskiy, presidente del comité de asuntos internacionales de la Duma y que en el pasado ha tratado de negocios con uno de los hijos de Trump, asegura que “de todo lo que ha salido a la luz no hay ni una prueba”, y acusa a la administración Obama de hacer todo lo posible “para dañar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos” antes de la llegada a la Casa Blanca de su nuevo inquilino, Donald Trump.

La filtración del informe y su posterior publicación en varios medios de comunicación estadounidenses centró buena parte de la rueda de prensa de Donald Trump el miércoles, la primera desde su victoria.

Aunque para el anallista político Fyodor Lukyanov, redactor jefe de la revista sobre asuntos internacionales Rusia in Global Affairs, se trata de un montaje que podría acabar teniendo, eso sí, importantes consecuencias. “No creo que el objetivo sea despojar a Trump de la presidencia del país” explica, “aunque la opción del empeachment, o proceso de destitución, esté siendo seriamente considerada. Lo que sí que están logrando es complicarle la vida, su llegada al cargo y el trabajo que tiene por delante. Y desde Rusia todo esto se ve como una prueba más de la crisis política que está atravesando EEUU”.

Galina Polonskaya, euronews: “La opinión de la élite política rusa es bastante unánime. Lo que se ha publicado del informe acerca de Donald Trump sería ‘pulp fiction’, como lo ha definido el portavoz del Kremlin. Y en estos días fríos de inicio del año muchos esperan que el hielo en las relaciones entre EEUU y Rusia comience a derretirse en el 2017”.