A contrarreloj y con pocas esperanzas, pero creyendo en la posibilidad de un milagro. Así continúan las labores de de búsqueda de supervivientes en el interior del hotel de Los Abruzos sepultado por un alud. Un lugar accesible solo por helicoptero.
El amigo de uno de los supervivientes, que cuando llegó la avalancha de nieve estaba fuera del hotel, explica que le llamó el miércoles a las seis menos cuarto “pidiendo socorro, porque el hotel había desaparecido”.
Según las primeras reconstrucciones los huéspedes se habían reunido en la recepción del hotel después de los terremotos que sacudieron el centro de Italia listos para marcharse. Pero el quitanieves que tenía previsto despejar la carretera a las tres de la tarde retrasó su llegada hasta las siete. El alud llegó antes.
El médico que atiende a uno de los huéspedes que se salvó porque cuando llegó el alud estaba en su coche, fuera de las instalaciones, explica que está “bien, a salvo y consciente”.
Miembros del Soccorso Alpino fueron los primeros en llegar esta madrugada esquiando hasta el hotel, sepultado bajo toneladas de nieve, árboles y piedras que la avalancha arrastró a su paso y que mantenían bloqueado el paso de los medios desplazados en ayuda de los equipos de rescate.