Belgrado (Serbia), 18 ene (EFE/EPA)- (Imagen: Koca Sulejmanovic) Treinta y tres personas desafiaron hoy el frío en un helado río Sava -en su confluencia con el Danubio- en Belgrado, y se arrojaron al agua para rescatar una cruz en una tradición que conmemora el bautismo de Jesús en el río Jordán.

El día en que San Juan el Bautista bautizó a Jesucristo en el Jordán se celebra en Serbia según el viejo calendario juliano, que utiliza la iglesia ortodoxa serbia.

Con temperaturas bajo cero en Belgrado, los participantes nadaron a pocos cientos de metros del lugar en el que ayer un rompehielos se abrió paso en un congelado Danubio.

Antes de la ceremonia, que tuvo lugar al pie de la Fortaleza de Belgrado, en el centro de la capital serbia, un programa cultural con cantos espirituales trató de levantar los ánimos.

Al inicio, un pope ortodoxo trajo una cruz de madera por la que primero nadaron en las gélidas aguas una princesa y un príncipe de la antigua familia real serbia de los Karadjordjevic.

Acto seguido, los demás participantes en trajes de baño se lanzaron con arrojo al río y nadaron 33 metros, que representan simbólicamente los 33 años de Jesucristo.

Rescataron la cruz todos juntos, tal como manda la tradición

Así, todos son vencedores por personificar valores cristianos como "unidad, respeto, fe y amor", explicó a Efe Hadzi Zoran Mrdjenovic, presidente de la ONG que organiza el evento con el apoyo de la Ciudad de Belgrado.

Aseguró que nadar en el agua tan fría no afecta a la salud.

"Nadie cogió ni un resfriado ni ninguna enfermedad por ello, y lo practicamos desde hace 18 años", sostuvo.

Uno de los participantes, Budisa Visnjic declaró a Efe que para él nadar hoy significa "la tradición, la purificación".

"Nadar en el río helado da un sentimiento de libertad, de pureza", aseguró.

Otros sostienen que es importante pasar unos minutos en bañador antes de zambullirse para que el cuerpo se adapte a la baja temperatura.

La costumbre, que en Serbia existía hasta la Segunda Guerra Mundial y fue interrumpido durante la época comunista, fue reanudada en 1999 por un grupo de doce hombres, entre ellos Mrdjenovic, y desde entonces es cada vez más popular.

"Ahora la costumbre existe en casi cada pueblo", indicó, aunque en muchos tiene el carácter competitivo, lo que contradice los valores de generosidad y cortesía que esa ONG impulsa en la cultura y el deporte.

Esa tradición en Serbia se celebra también el 19 de enero, Epifanía según el calendario juliano.



INCLUYE IMÁGENES DE LA CELEBRACIÓN.

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