Los musulmanes canadienses “no están solos”. Con estas palabras ha abierto el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, una marcha por las calles de Quebec en recuerdo de las víctimas del ataque en el que murieron seis personas y otras cinco resultaron heridas de gravedad.
Con mensajes como “la islamofobia no es un valor” los líderes de todos los partidos políticos representados en el Parlamento se unieron a la población de diferentes creencias en una vigilia silenciosa.
“Es muy difícil para mí y para todos, musulmanes o no. Porque si eres capaz de matar a una persona es porque no eres humano, no tienes humanidad en tu corazón”, decía una joven.

Poco después del ataque, la Policía arrestó a Alexander Bissonnette, un estudiante de 27 años de nacionalidad franco-canadiense, conocido en las redes por profesar ideas de extrema derecha.

Todo ocurrió el domingo por la noche, cuando según la policía Bissonnette entró en la mezquita del Centro Cultural Islámico de Quebec y disparó contra decenas de personas que rezaban en el lugar. En un primer momento se detuvo a una segunda persona que salía de la mezquita pero quedó en libertad en cuanto quedó claro no había tenido nada que ver con el ataque.