Muchos inmigrantes de los países afectados por el veto migratorio se apresuran a viajar a Estados Unidos aprovechando que la suspensión temporal del decreto devuelve la validez a la mayoría de los 60.000 visados revocados por las autoridades migratorias hace nueve días.

“No sé cómo describirlo, estoy muy, muy feliz, este es un día especial, es un día excepcional, créanme, estoy muy, muy feliz, no esperaba esto”, decía a su llegada un ciudadano iraquí.

Una mujer norteamericana pero de origen sudanés vuelve de una visita a la Meca, en Arabia Saudí, y asegura que “Estaba preocupada, muy preocupada”. “Pero mi marido me tenía al corriente de todo dice y me lo resolvieron, así que gracias, chicos. Sé que habéis hecho un buen trabajo, la prensa, la televisión, los medios habéis hecho realmente un buen trabajo”.

El juez que ordenó el viernes como medida cautelar la suspensión completa de la orden de Trump en todo el territorio estadounidense tachaba de “daño irreparable” las consecuencias del veto para los inmigreantes a quienes se bloqueaba el acceso al país, entre ellos esta niña de doce años de origen yemení que había quedado atrapada en Yibouti, país vecino a Somalia, y que porfin ha podido volver a Estados Unidos donde la esperaba su familia.
Autoridades migratorias y aerolíneas que estaban rechanzando en origen a cualquier ciudadano de 7 países de mayoría musulmana, admiten este lunes a los pasajeros con total normalidad.