La operación se ha llevado a cabo en la ciudad de Goettingen, donde 450 agentes han registrado doce viviendas tras recibir la alerta de los servicios de inteligencia. Los detenidos son un argelino y un nigeriano, nacidos en Alemania, con estrechos vínculos con el salafismo y que ya tenían ficha policial.
“Hemos encontrado armas de fogueo manipuladas para que dispararan fuego real”, explicaba el jefe de la Policía de Goettingen, Uwe Luehrig. “Además tenían abundante munición, varias banderas del grupo Estado Islámico y un machete”.
Estas detenciones se suman al arresto, el miércoles, de un demandante de asilo tunecino por el mismo motivo. El fiscal federal ha anunciado además cargos penales contra tres sirios que llegaron al país en 2015 procedentes de Raqqa, donde habrían recibido entrenamiento yihadista. Los tres fueron detenidos el pasado mes de septiembre.