Luego de 10 días de protestas en el estado brasileño de Espírito Santo, la normalidad vuelve a las calles. Y pese a que el 10% de los policías militares salieron a patrullar, la huelga del sector persiste, así como la movilización de los familiares de los agentes, quienes demandan aumentos salariales y mejoras en las condiciones laborales. teleSUR