Hu Dongyuan recorre una calle llena de árboles con amigos, toma su teléfono inteligente y hace lo que millones de mujeres chinas hacen diariamente: tomar una selfie. Digitalmente “embellece” sus rostros y lo comparte en redes sociales. El amplio mercado de apps chinas se vuelve cada vez más sofisticado y solicitado por los usuarios.