AL RITMO DE LAS ESTACIONES
Es provechoso y sabio
danzar al ritmo de las estaciones:
En primavera
arar el campo y cultivar las flores.
En verano
saborear sus frutos y gozar la vida.
En otoño
extasiarse en ver caer las hojas.
En invierno
quedarse solo voluntariamente
y no agobiarse con la despedida.