Cientos de manifestantes se concentraron ayer en la Plaza de Armas, junto al Congreso paraguayo, para pedir al Gobierno que retire el proyecto de enmienda constitucional que permite la reelección presidencial.

El polémico plan fue aprobado el pasado viernes en una sesión secreta por un grupo de 25 senadores del conservador Partido Colorado del presidente Horacio Cartes.

Armados de flores y velas , los manifestantes también repudiaron la violencia que provocó el viernes la muerte de un joven militante abatido presuntamente por la Policía.

“Paraguay necesita libertad, que se respeten nuestros derechos y que se respete nuestra Constitución y que se respeten los derechos de la ciudadanía y del pueblo paraguayo”, decía un manifestante.

El clima de la protesta fue más pacífico que el del pasado viernes, cuando la manifestación derivó en el incendio de parte de las instalaciones del Congreso, y la acción policial dejó decenas de heridos y más de 200 personas detenidas.

El presidente paraguayo, que destituyó al ministro de Interior y al jefe de Policía tras los altercados, ha convocado una mesa de diálogo con la oposición.