Después de que esta madrugada grupos terroristas ligados a la derecha opositora atacaran un hospital materno-infantil ubicado en el sur-oeste de la capital venezolana, Caracas se mantiene en calma. La gente ha realizado sus actividades cotidianas de forma normal y los servicios de transporte han funcionado con completa regularidad. No obstante la calma imperante, pequeños focos de violencia son magnificados por los medios internacionales para generar una opinión alarmista y distorsionada insistiendo en una presunta inestabilidad generalizada para justificar una intervención externa. teleSUR