La vista no es el único sentido que nos ayuda a la hora de juzgar el atractivo sexual de una persona, sino que el olfato juega también un importante papel. Según algunos estudios, el olor corporal de las personas incluso es más importante que el aspecto físico a la hora de sentirnos atraídos o no por alguien a quien nunca antes habíamos visto. Las feromonas serían las responsables de determinar la compatibilidad entre los miembros de una pareja potencial, y se han convertido en el principal filón de la última moda para ligar: las pheromone parties. Unos eventos que nacieron hace un par de años en California y que se propagaron rápidamente por todo EEUU hasta dar el salto a Europa. El mayor reclamo de las denominadas fiestas de las feromonas es que se promete a los asistentes que encontrarán la pareja perfecta, a través del olor. Cada uno debe llevar una camiseta con la que haya dormido la noche anterior metida en una bolsa, que luego será numerada y expuesta junto a las del resto de participantes. Quien se sienta atraído por el olor de una de las prendas deberá alzarla en alto y, si su propietario está dispuesto a entablar conversación con esa persona, dar un paso al frente. Una forma de romper el hielo para los más tímidos, explican los organizadores. Prohibido utilizar desodorante o perfume, se consideran trampa. Esta peculiar forma de ligar que también se ha puesto de moda en Reino Unido no cuenta con demasiada base científica, pues en realidad no existe consenso sobre si los humanos segregamos o no feromonas. Sin embargo, sí parece que el olor corporal determina nuestra atracción o rechazo sexual hacia otra persona. Más aún, según un estudio publicado en el Personality and Social Psychology Bulletin, las personas suelen identificar determinados olores corporales como desagradables y estos se asocian con rasgos socialmente indeseables.