La aventura comienza subiendo un monte de unos 400 metros de altura, muy cercano a la playa, donde se llegan a ver cruceros como si fueran hormigas. Mirar hacia abajo equivale a sentir como si te volara el estómago. Ahí encuentras la tirolesa, el recorrido dura casi los 2 minutos y alcanzas velocidades de hasta ¡100 km/h!