Mahón (Menorca), 23 jun (EFE).- (Imágenes: David Arquimbau) Ciutadella ya vibra con la celebración multitudinaria de las fiestas de Sant Joan desde que, a las 14 horas, ha sonado el primer toque de tambor y "fabiol" en la Casa Salort, donde el "caixer" señor esperaba al fabioler.

Se trata de uno de los actos más concurridos de estas fiestas patronales, unas de las más tradicionales y populares de Baleares, que congregan cada año a menorquines, mallorquines y gentes venidas de la península.

Según ha informado el Ayuntamiento, unos minutos antes de que de ese primer toque de tambor que marca el inicio de la fiesta, se ha cerrado el acceso a la calle del "caixer" señor, ya que se habían contabilizado 1.750 personas, el aforo máximo que marca el plan de seguridad.

Según las previsiones, Ciutadella, acogerá para sus fiestas a cerca de 30.000 visitantes, tantos como su población residente, procedentes sobre todo de Mallorca y Barcelona.

Una vez que la "qualcada" está lista, formada por "caixers" y "cavallers", se lleva a cabo el "caragol" des Born, donde, con la música del Jaleo de fondo, jinetes y caballos muestran sus mejores saltos, que consiste en la elevación del caballo sobre las patas traseras, y los movimientos menorquines, rotando en esa posición elevada.

Cuanto concluye el "caragol", la "qualcada" sale de la plaza y se dirige a la ermita de Sant Joan de Missa, donde se celebra la ceremonia del "Cant de Vespres".

Uno de los actos más curiosos es cuando los "cavallers" entran a caballo en el patio del convento de Santa Clara, dan una vuelta, y saludan encarándose a la fachada del edificio.

También entran y salen de las casas durante su recorrido con el consentimiento de los propietarios, momento en el que los vecinos aprovechan para hacer "sa capadeta", que es acariciar suavemente la cabeza del caballo.

Los actos festivos se sucederán hasta bien entrada la noche y proseguirán mañana.



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