Adela y Emilia quieren ayudar a la nueva joven de Puente Viejo y su familia como sea. Julieta está dispuesta a trabajar para dar cobijo a su abuela y su hija, por lo que hará lo que haga falta para tener un hueco en el pueblo. Y no solo tendrá un trabajo que les dará de comer sino dos gracias a Emilia y Adela. La joven no puede sentirse más feliz y agradecida por el gran gesto de las mujeres.