Un centenar de menores migrantes no acompañados intentan cada noche colarse como polizones en los barcos que zarpan del puerto de Melilla hacia la península ibérica. Estos menores, que representan más de un 15 por ciento de las migraciones que llegan a Europa, son excluidos de las políticas de acogida y no tienen garantizada la asistencia sanitaria. teleSUR