Donald Trump busca soluciones para evitar la alargada sombre rusa que pesa sobre él. Este semana ha sido el Washington Post el que hablado de la posibilidad de que el magnate esté tratando de conocer el alcance de sus poderes presidenciales para indultar a cargos de confianza e incluso a él mismo. Esta última es una opción que muchos expertos dudan que sea constitucional y que Trump alimentaba, como es habitual, a golpe de tweet: “Mientras todo el mundo acepta que el presidente tiene plenos poderes para perdonar, por qué pensar en eso si hasta ahora el único delito son las filtraciones contra nosotros”.

La enésima controversia del mandatario viene acompañada. En otro mensaje atacó con virulencia al mismo Washington Post tras otra noticia que confirmaba que el fiscal general Jeff Sessions mantuvo conversaciones con el embajador ruso Sergei Kislyak sobre la campaña de Trump. Sessions, que era senador en el momento de los hechos, negó en una audiencia en enero esa información y posteriormente alegó había hablado con Kislyak pero no sobre ese asunto. “Estas filtraciones” ha escrito Trump, “deben parar”. La semana que viene declararán ante el Senado el hijo del presidente, su yerno y asesor y el exjefe de campaña por el llamado ‘Rusiagate’.