Dos de los veinte heridos que se encontraban en un camión en Texas, en donde se hallaron 8 cadáveres, fallecieron en un hospital de San Antonio, lo que asciende a 10 la lista de víctimas fatales.
El ICE y políticos locales han responsabilizado a traficantes de personas del hecho.
Thomas Homan, director interino de ICE, catalogó hoy el suceso como un "acto atroz" liderado por una red de tráfico de personas sin escrúpulos, a la que "no le importa la vida de las personas con las que comercia".
El conductor del camión, identificado como James Bradley, es por ahora el único detenido y puede llegar a ser acusado de cargos penales tanto estatales como federales.