Ötzi, Hombre de Similaun y Hombre de Hauslabjoch son los nombres modernos de la momia de un hombre que vivió hacia el 3300 a. C.2 La momia fue descubierta en septiembre de 1991 por dos alpinistas alemanes en los Alpes de Ötztal, cerca de Hauslabjoch, en la frontera de Austria e Italia, a una altitud de 3200 msnm.3 Su apodo proviene de Ötztal (Valle de Ötz), tramo de los Alpes italianos en el que fue descubierto. Es la momia humana natural más antigua de Europa, y ha ofrecido una visión sin precedentes de los europeos del Calcolítico (Edad de Cobre). Su cuerpo y pertenencias están expuestos en el Museo de Arqueología del Tirol del Sur de Bolzano, Tirol del Sur, Italia. La causa de la momificación del cadáver fue el frío extremo y perpetuo de la región donde el individuo falleció. El análisis intestinal de Ötzi demostró contener dos comidas recientes (una cerca de ocho horas antes de su muerte): una de carne de gamuza, otra de carne roja de ciervo, ambas consumidas con algún cereal (un salvado procesado de escaña cultivada, consumido posiblemente en forma de pan). Había también algunas semillas de endrino (pequeñas ciruelas, frutos del árbol del endrino) y algunas raíces. El polen que se encontró en la primera comida demostró que había sido consumido en un bosque de coníferas de altitud media, y otros pólenes indicaron la presencia de trigo y legumbres, que pudieron haber sido cosechas domesticadas. También se descubrieron granos de polen de carpe lupulino. El polen se encontró preservado en perfecto estado, incluso con el interior de las células intacto, lo cual indica que era fresco (pocas horas) y estaba recién impregnado en el momento de la muerte de Ötzi. Este hecho añade nuevos elementos de estudio sobre el tema. Es interesante señalar que la escaña se cosecha en el verano tardío y los endrinos en el otoño; estos se deben haber almacenado desde el año anterior. Los análisis de isótopo del colágeno de su pelo revelaron que Ötzi había sido un vegetariano de por vida (inverosímil, en vista de la comida en sus intestinos y del traje), o que había obtenido la mayor parte de su proteína de los mariscos (inverosímil también, en vista de los lugares en que había vivido según los análisis del esmalte de dientes). Debido a los cambios de temperatura derivados del transporte del cuerpo, muchos tejidos de Ötzi se estropearon, lo que dificultó posteriores análisis e imposibilitó el conocimiento sobre estos tejidos.