Estados Unidos estudia cerrar su embajada en La Habana debido al supuesto “ataque acústico” que habrían sufrido el año pasado varios de sus diplomáticos destinados en Cuba. Según Washington, al menos 21 empleados gubernamentales han sufrido daños neurales en diverso grado, experimentado pérdidas de audición y de memoria. El gobierno cubano niega estar detrás de los misteriosos ataques, que está investigando el FBI.
Preguntado en un programa de televisón sobre la sugerencia de algunos senadores de cerrar la legación diplomática, el Secretario de Estado, Rex Tillerson, contestó: “Lo estamos evaluando. Es un asunto muy serio con respecto al daño que algunas de esas personas han sufrido. A algunas, las hemos traído de vuelta a casa. Lo estamos evaluando”, sentenció.
Fruto de los esfuerzos diplomáticos de la Administración Obama y gracias a la mediación del Vaticano, la reapertura de la embajada de Estados Unidos en julio de 2015 marcaba el fin de décadas de distanciamiento con Cuba. Los supuestos ataques acústicos se produjeron a finales del año pasado cuando más se trabaja en normalizar las relaciones entre ambos países.