Las calles de Manila piden a Rodrigo Duterte que cese la violencia. Decenas de miles de personas marcharon este jueves para reclamar al presidente filipino que ponga fin a su cruenta “guerra antidroga” que ha dejado, según estimaciones, 7.000 muertos en apenas 15 meses.
“Dictador”, “fascista”, llamaron los manifestantes a Duterte, quien amenaza con imponer la ley marcial en todo el país, algo que a muchos les trae a la memoria los años de ley marcial con el difunto dictador Ferdinand Marcos, uno de los momentos más oscuros de la historia de Filipinas.
“Protestamos contra la adopción de métodos militares y fascistas como los asesinatos extrajudiciales de toxicómanos y traficantes de drogas”, afirma el ex prisionero político y activista Satur Ocampo, uno de los participantes en la protesta.
Al grito de “Nunca más”, los manifestantes quemaron una figura en la que por un lado se podría ver un retrato de Hitler y, por otro, uno de Duterte.