Miles de mexicanos siguen trabajando sin descanso de forma voluntaria desde hace tres días, cuando ocurrió el terremoto de 7.1 grados que ya ha cobrado la vida de casi 300 personas, y dejado incuantificables damnificados en diversos estados del país. Migrantes centroamericanos a quienes les tomó por sorpresa el terremoto en este país en su trayecto rumbo a Estados Unidos, han decidido posponer su camino para quedarse a ayudar a los afectados. teleSUR