En su primer pronunciamiento oficial sobre la crisis, el Consejo de Seguridad ha pedido al país restaurar la administración civil y el Estado de derecho en el Estado de Rakáin, del que han huido más de 600.000 miembros de la minoría rohinyá desde finales de agosto.
Sebastiano Cardi, embajador de Italia ante la ONU:
“ El Consejo de Seguridad emplaza al Gobierno de Myanmar a evitar en lo sucesivo el uso excesivo de la fuerza en el Estado de Rakáin para restaurar la administración civil, a aplicar el Estado de derecho y a dar los pasos necesarios de acuerdo a sus obligaciones y compromiso para respetar los derechos humanos”
La declaración presidencial rechaza los ataques de extremistas rohinyás contra las fuerzas de seguridad y la respuesta de estas.
Hau Do Suan, Embajador de Birmania ante la ONU:
“ Estamos muy preocupados por la adopción de esta declaración presidencial sobre la situación en Myanmar. Creemos que el contenido del texto no refleja de manera equilibrada la realidad y no reconoce los esfuerzos del Gobierno de Myanmar para afrontar la situación en el Estado de Rakáin. También está aislando a un Estado miembro en base a acusaciones y supuestas pruebas refutables”
Francia y el Reino Unido han tratado de impulsar una resolución, pero finalmente se ha optado por una declaración presidencial, un documento de menor rango. En 10 semanas, las represalias de las fuerzas armadas birmanas, tras los ataques de los independentistas Rohinyás, han provocado un éxodo de la minoría musulmana hacia países vecinos, como Sri Lanka.