La polémica “guerra contra las drogas” del presidente filipino, Rodrigo Duterte, pone a Donald Trump contra las cuerdas, durante la Cumbre de la ASEAN que se celebra en Manila.
Amnistía Internacional, entre otros, ya ha pedido al presidente estadounidense que aproveche esta reunión con su homólogo filipino para exigirle que ponga fin a los supuestos abusos contra los derechos humanos.
Desde que Duterte comenzó su mandato hace apenas un año y medio, han muerto más de 6000 personas, de ellas casi 4.000, sospechosos abatidos por la policía, según datos oficiales. Recientemente Duterte se jactó de haber matado a un joven cuando tenía 16 años.
“La policía dice que cada una de las 4.000 víctimas abatidas, estaba armada y ofrecieron resistencia. Todos” y cada uno de los 4000, asegura el corresponsal
Según algunos expertos, es poco probable que el inquilino de la Casa Blanca atienda estas peticiones, teniendo en cuenta que en mayo elogió la eficacia de esa campaña en una conversación telefónica con Duterte, según reveló el mandatario filipino.
Los más críticos quieren que Trump se pronuncie en este tema.
“ El presidente Trump , que de alguna manera ha elogiado esta campaña, debería pronunciarse”
Algunas fuentes de la Casa Blanca opinan que si el presidente Trump HABLA con Duterte sobre los derechos humanos, lo hará SILENCIOSAMENTE.
Desde el gobierno filipino, ven poco probable que se toque este asunto.:
“Trump ya ha expresado su aprobación y no veo por qué lo va a criticar ahora de repente”, asegura el portavoz del presidente filipino
Duterte ganó holgadamente los comicios presidenciales con la promesa de acabar con la droga y la delincuencia en los primeros seis meses de mandato, y desde entonces ha instado en numerosas ocasiones a la Policía a matar a narcotraficantes y consumidores de drogas.