Madrid, 17 nov (EFE).- Con las dudas recientes del Atlético y el Real Madrid, la distancia de ambos de ocho puntos con el liderato del Barcelona y la necesidad reivindicativa de Antoine Griezmann, Cristiano Ronaldo o Karim Benzema irrumpe este sábado un derbi a presión, el primero del Wanda Metropolitano y sin margen de error.
Ninguno de esos factores permite este sábado un fallo más ni al Atlético ni al Real Madrid, de nuevo reencontrados en esa sucesión de revanchas y partidos transcendentales de los últimos años, ya por 24 en la era Simeone, el indudable momento que ha reequilibrado el derbi, con diez triunfos blancos, ocho rojiblancos y seis empates.
Dos finales, una semifinal y unos cuartos de final de la Liga de Campeones, una final de la Copa del Rey, una Supercopa de España y unos cuantos duelos en la Liga de nuevo con aroma decisivo, el mismo que desprende indiscutiblemente el de este sábado, con los dos en una situación ya casi límite en su persecución del Barcelona.
Es un derbi clave, mucho más de lo que se podía presuponer a estas alturas del torneo, la duodécima jornada, porque, mientras el club azulgrana apenas ha cedido dos puntos, el Atlético, aún invicto en el campeonato, ha empatado cinco de sus once partidos y porque al Real Madrid ya se le han ido diez de los 33 puntos disputados.
No es el mejor momento de ambos. Ni colectiva, con dos triunfos en sus últimos nueve duelos oficiales, los dos de visitante, en el caso del Atlético y con dos derrotas en sus tres choques más recientes de competición en el del Real Madrid, ni individualmente, porque ambos aguardan el mejor nivel de jugadores determinantes.
Lo hace el conjunto rojiblanco con Antoine Griezmann, atascado en su peor racha goleadora con el Atlético, ya por los siete encuentros consecutivos sin batir la portería rival, y el club blanco con su compatriota Karim Benzema y el portugués Cristiano Ronaldo, este último alejado de la eficacia que siempre ha asegurado cada curso.
Los tres asumen el foco de los goles en el primer derbi en el estadio Wanda Metropolitano, lleno para la cita y para animar a un Atlético mermado por su propia irregularidad, también como local, con tres empates y una derrota en sus últimas cuatro comparecencias ante su público, pero a la vez rearmado en este parón de 14 días.
En ese tiempo, ha recuperado a Koke Resurrección, Yannick Carrassco y Filipe Luis, ya superados un edema muscular, una tendinopatia rotuliana y una elongación, respectivamente; ha dejado sin un solo nombre su lista de lesionados y se ha entrenado a tope, preparado para el desafío que supone siempre el Real Madrid.
Koke volverá directo al once, ya ultimado por Diego Simeone, que propone variaciones tácticas, con el francés Antoine Griezmann como único delantero y con Thomas Partey como media punta, en una especie de rombo polivalente en el medio para el ataque que completan Gabi Fernández y Saúl Ñíguez. Ángel Correa jugará hacia la banda derecha.
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