Así es la vida de un recluso dentro de la prisión de máxima seguridad 'Delfín Negro', un centro correccional de régimen especial para condenados a cadena perpetua, en la ciudad de Sol-Iletsk, en la región de Oremburgo. Sus celdas son el hogar de muchos prisioneros acusados de crímenes que van desde el asesinato hasta el canibalismo. Según los informes, algunos de los reclusos "más peligrosos" incluso tienen prohibido hablar. Este `Delfín Negro´ es una de las prisiones más antiguas de Rusia. Se creó en el siglo XVIII y se convirtió en una prisión de máxima seguridad en al año 2000. Nadie ha escapado nunca de ella.