Las carreteras que pasan por lugares silvestres de Estados Unidos tienen un millar de animales muertos que pierden la vida al encontrarse con las ruedas de los automovilistas que transitan por el lugar. Estos animales se descomponen poco a poco generando malos olores y estorbando el camino ¿Por qué mejor no comerlos? Parece una idea descabellada pero lo cierto es que una tragedia automovilística podría terminar en una parrillada, donde la carne es gratis y el animal que va a ser comido al menos no vivió toda una vida miserable en un matadero. Esto mismo pensaron las autoridades de Montana en Estados Unidos, que ya legalizaron que cualquiera puede llevarse los animales muertos atropellados para ocuparlos como alimento. Llevar un animal muerto encontrado en la carretera para la cena, puede parecer algo no muy apetitoso y salubre, pero lo cierto es que es bastante sustentable consumir esta carne que seguir demandando productos a la industria ganadera. Gran escándalo causaron las declaraciones del taxidermista inglés, Jonathan McGowan, cuando hace un par de años reconoció a un periodista que una buena parte de su dieta la encontraba arrollada en la calle. Ahora esta práctica será mejor vista en Montana, ya que las propias autoridades incitan a que los animales atropellados sean comidos. El problema más evidente de esta ley es que de seguro que los animales van a ser más atropellados que nunca o bien “parecerán” atropellados con tal de ir a la barbacoa. Para evitar que miles de automovilistas salgan a atropellar todo a su paso, la ley solo incluye ciervos, alces y antílopes. Animales que por su gran tamaño no serían atropellados apropósito, pues la carne en este caso costaría menos que el arreglo del auto.