Los reyes abdicados Juan Carlos y Sofía renuevan su amorcillo en una basílica romana

Sir Peter Lily 2018-02-02

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POR EL AMOR DARÁ EL ROYAL EN JUSTICIA MAYOR VALOR A LOS SENTIMIENTOS DE SU CONSORTE QUE A LOS SUYOS COMO REY, SIENDO EL MÁS LOGRADO ACTO EXTÁSICO DE CREACIÓN SUPREMO QUE LLEVE POR CETRO Y EN EL CEÑO DE SU CORONA.

Roger Scruton en su Filosofía moral del erotismo, describe al amor como una comunidad en la que se superan todas las distinciones entre los intereses de la pareja. El amor viene a ser una forma de justicia o de moral en la concepción de las relaciones humanas, aunque el amor es siempre más egoista o más altruista que el sentido de la justicia comúnmente aceptado y en el exceso de altruismo cabe el erotismo y la sexualidad, como cabe la relajación de la poderosidad de la magistratura encarnada por el monarca en favor de los sentimientos de su consorte, siempre que eso no transcienda a la visión del común. Por eso moralmente cabe admitir una multiplicidad de formas amorosas, tantas como cuantas relaciones se puedan considerar. Es el caso de los funcionarios royales Juan Carlos Borbón y Sofía Grecia, cuyo maltrecho amorcillo vemos un tanto renovado con ocasión de la visita de ambos a la Basílica papal de Santa María la Mayor en Roma, o Liberiana nombre que toma del monarca teocrático católico que la mandó erigir, el papa Liberio del siglo IV, basílica patrocinada desde hace siglos por la Corona de España. Juanito forma parte del Protocanonicato Honorificente del Cabildo basilical, que corresponde por tradición a los reyes de España desde el reinado de Felipe IV. Vemos la recepción que les dipensa el cardenal arciprestal de la Basílica, Stanislaw Rilko, por el arcipreste emérito, Santos Abril, y por el presidente de la compañía eléctrica Endesa, Borja de Prado, que les dispensa unas correctas reverentias salutatis.

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