Si bien la definición exacta de autopsia es "examen anatómico de un cadáver", en realidad el proceso conlleva mucho más que el análisis del cuerpo en sí. Y este proceso no comienza en la morgue, si no en el lugar del hecho. Muchos especialistas coinciden en que la descripción inicial del cadáver y todo lo hallado a su alrededor en la escena, conforman las ¾ partes de la autopsia. ¿Cuándo se hace una autopsia? La autopsia médico legal es la que se realiza en casos de muerte violenta o dudosa de criminalidad. Para esto, tal como explica el Cuerpo de Médicos Forenses de la Corte Suprema de Justicia, "no se requiere la autorización de la familia, ya que el cadáver está bajo la disposición y directivas que imparte la autoridad judicial". ¿Qué es lo que hace el médico legista en la escena? El médico legista es el último en entrar a la escena, y el único capacitado para manipular el cuerpo. Teniendo en cuenta, como se explicó anteriormente, que gran parte de la autopsia es definida por el análisis de la escena, lo primero que hace el forense es observar el cuerpo y su contexto. En esta primera descripción, se observa en qué posición fue encontrado el cadáver. El perito químico procede luego a recolectar los indicios relacionados directamente con el cuerpo (sangre u otros elementos pelos, fibras). Los indicios biológicos que están en el cadáver y la ropa recién se van a levantar cuando el cuerpo esté en la morgue. En el lugar se hace un primer examen tanatológico: en el cadáver se observan los signos externos que pueden ayudar a determinar la data de muerte, como las livideces, la rigidez, la temperatura y si el cuerpo ha comenzado a secarse.
También en el lugar se realiza un examen traumatológico, que es el que buscan lesiones o heridas que puedan observarse a simple vista. Con estos datos se puede tener una primera idea del mecanismo de muerte, aunque la confirmación final se dará tras la autopsia y los resultados de los peritajes solicitados que surgieron durante la realización de la autopsia.