Desde que tenemos las primeras intuiciones de vida que nos engañan. Luego, en la adolescencia no se comprende el por qué de nada y cuando te haces adulto, entiendes mejor que no hay nada que comprender ya que la respuesta es toda una GRAN mentira que mantienen unos para vivir muy bien a costa de otros que viven muy mal, y así funciona desde el principio de los tiempos. Estar en uno de los dos bandos ya es cosa de tener conciencia o no tenerla. Seguramente que lo del cielo y el infierno que tanto hablan los libros de historia tiene mucho que ver al final de nuestros días en cada una de esas conciencias y ahí ni el dinero, ni el poder solucionan nada. Ignorar la realidad y mirar hacia otro lado tampoco solucionarán el verdadero problema que está en los corazones de esos que son tan tan, que podrían dedicarse a ser campanas...