Por fin han terminado las peores olimpiadas de la Historia, sólo comparables por su hipocresía y cinismo a las olimpiadas de 1936 en Berlín. En estas Olimpiadas el COI ha mostrado su total rechazo al auténtico espíritu olímpico. No permitió que la bandera Española ondeara a media asta en recuerdo de las victimas del accidente aéreo en Barajas, lo que significó un desprecio histórico a la tan manida solidaridad deportiva e impidió bajo amenaza de expulsión de los Juegos, portar símbolos de luto a los deportistas españoles. España debería romper con el COI y calificar de non gratos a sus directivos.
En lo estrictamente deportivo el COI fue amoral y poco ético y otorgó la medalla de oro de vela en la categoría 49er a los daneses que corrieron con el barco croata. Permitió nuevamente el juicio totalmente manipulado en Gimnasia Rítmica, en Gimnasia Artística y en tantas otras disciplinas donde siempre ganan los mismos. Y por ultimo, favoreció descaradamente al deporte chino como lo demuestran sus innumerables medallas en una fiesta de la desfachatez.
En estos juegos las prioridades han quedado claras: el Negocio que llena las arcas del COI siempre va por delante del espíritu olímpico