Es la bebida del verano por excelencia. Y una obligación gastronómica si viajamos a la cuenca del Mediterráneo. Pero la horchata empieza a ser mucho más que eso, hasta el punto de que los científicos ya la tildan de superalimento, ya que, por primera vez, se ha descubierto que posee niveles significativos de biotina o vitamina B7 y se ha demostrado que es muy rica en fosfolípidos y arginina. Así se desprende de un reciente estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valencia y la Universidad de Química y Tecnología de Praga. Tras un año y medio de investigación, en el que se han analizado 43 muestras de horchata artesanal de diferentes horchaterías y 44 de horchata industrial de las marcas más representativas del sector, los científicos han demostrado que la chufa y la horchata natural son algunos de los alimentos vegetales con más fosfolípidos que existen, por encima incluso de la soja. «En concreto, el perfil lipídico de la horchata, está constituido por un 70% a un 80% de ácidos grasos monoinsaturados, es decir, grasas saludables, y sobre todo de ácido oleico, por lo que tiene propiedades cardiovasculares similares al aceite de oliva, contribuyendo a disminuir el colesterol y los triglicéridos», afirma José Luis Navarro, investigador del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del CSIC, quien detalla que «la importancia de este descubrimiento es debido al papel que juegan estos compuestos en nuestro organismo a nivel de membrana celular, ya que los fosfolípidos constituyen una parte esencial de dichas membranas, garantizando su permeabilidad y fortalecimiento, lo que es fundamental para la actividad normal del cuerpo. De hecho, cuanto mejor funcionen las células de nuestro organismo, más preparado estará para hacer frente a eventuales patologías». La arginina es el segundo compuesto clave que convierte a la chufa en un superalimento. «Se trata de un aminoácido que genera la formación del óxido nítrico en el organismo, originando importantes propiedades fisiológicas como son la capacidad de producir vasodilatación y de presentar actividad anti-agregante/antiadhesión plaquetaria, lo cual contribuye a mejorar la circulación y la presión sanguínea», asegura José Miguel Soriano, investigador del Food & Healt Lab de la Universidad de Valencia. En este sentido, Navarro subraya que «otra cualidad de la arginina es la capacidad de generar la hormona intestinal que afecta a la secreción de la insulina. Por ello, la horchata sin azúcar añadido, dentro de una dieta equilibrada, puede ayudar a personas con diabetes de tipo 2 a que las células de su cuerpo reduzcan la resistencia a la insulina».