El sábado 4 y el domingo 5 de agosto se celebró en Leganés la XVIII edición de la Fiesta de Gigantes, una importante cita que reunió en nuestra ciudad a compañías llegadas de toda España. En esta ocasión nos acompañaron los gigantes y cabezudos de Galapagar, Gallur, Los Navalmorales, Pozuelo de Alarcón, San José de Valderas, Talavera de la Reina y Tauste.
Como todos los años la plantada de las distintas figuras tuvo lugar en la avenida del 2 de mayo a las 20:00 horas. Una vez allí, las compañías mostraron a los vecinos y vecinas la majestuosidad de estas características figuras. Ya a las 21:00 horas dió comienzo el desfile que discurrió desde la Glorieta de LE-GA-NES recorriendo la avenida de Fuenlabrada hasta legar a la plaza de España. Allí tuvo lugar el tradicional encendido simbólico de las estrellas.
La fiesta continuó el domingo por la mañana en la plaza de España y calles aledañas de 11:30 a 12:30 horas, donde los niños y niñas de Leganés pudieron disfrutar del baile y el pasacalles de las figuras por las calles del centro.
Leganés, una ciudad con tradición gigantera
Leganés ha contado históricamente con una gran tradición de gigantes y cabezudos que sin embargo, fue perdiendo protagonismo a partir de los años 60. En el año 2001 el Ayuntamiento de Leganés decidió recuperar la compañía gigantera de la ciudad poniendo en marcha de nuevo la compañía de Leganés. Nacieron así los seis gigantes leganenses: Gaya la Dragona y sus dos hijos, los gigantillos Cronos y Océano, el Marqués de Leganés, el príncipe Leovigildo ’El Decapitado de Butarque’ y Jeromín.
Todos ellos están fabricados en fibra de vidrio y aluminio, y representan los hechos más significativos de la localidad. Para construirlos fue necesario recurrir a los datos y documentos históricos que se encontraban en los diferentes archivos y contar con los testimonios de los vecinos y vecinas más longevos que habían disfrutado de las celebraciones de gigantes y cabezudos en el pasado. Esta es la historia de cada uno de ellos:
Gaya nació en las profundidades de la Laguna de Maripascuala y es la madre de todos los gigantes. Sobre una de sus manos lleva la bola del mundo. Destaca por su cola trasera y la lengua que sale de su boca. Mide 3,68 metros y pesa 52 kilos. Cronos y Océanos son los hijos de Gaya. Son gigantillos con brazos flexibles y representan a dos titanes responsables del agua y de la tierra.
Leovigildo es el príncipe de la comunidad visigótica que estuvo instalada en las tierras de Butarque y que según los datos históricos murió decapitado. Es uno de los gigantes más llamativos ya que no tiene cabeza sobre los hombros y la lleva en su mano derecha. Mide 3,05 centímetros y pesa 40 kilos.
El Marqués de Leganés, don Diego, gobernó nuestra ciudad en el siglo XVII. Lleva espada al cinto y las llaves de Leganés en la mano. Su enorme cabeza nos mira desde sus 4,05 metros Pesa 60 kilos. Les acompaña Jeromín, el hijo secreto del emperador Carlos V, que vivió una infancia feliz en l