Un accidente lo deja al borde de la muerte… paro cardíaco y muere… tras desesperados esfuerzos, el paciente finalmente es revivido. Un testimonio inexplicable –para algunos, bizarro– se repite en innumerables de estos casos: “salí de mi cuerpo, me elevé y vi tal escena…”. ¿Psicosis? ¿Daño en el cerebro por falta de oxígeno? Nada de eso. Después de más de 30 años de investigación, un grupo de científicos concuerda en que estas experiencias son reales y representan algo que la ciencia aún debe entender. El Dr. Bruce Greyson, director de la División de Estudios de Percepción de la Universidad de Virginia, dijo en la conferencia del IANDS que los testimonios sobre ECM son confiables porque las diversas versiones permanecen invariables en el tiempo. Greyson consultó a un grupo sobre sus ECM de hace 20 años y, al comparar sus versiones con las registradas en ese entonces, encontró que las recordaban prácticamente idénticas. Greyson cree que las ECM sugieren que la mente es independiente del cerebro. Porque durante las situaciones clínicas que atraviesan los ECM, las funciones cerebrales se ven afectadas; sin embargo, los estudios no encontraron ningún efecto correspondiente en las funciones mentales que conllevan lo relatado por estas personas. “Si les preguntas sobre sus experiencias cercanas a la muerte, que ocurrieron hace 15 años, te las cuentan como si hubieran sucedido ayer” “En la mayoría de los casos, el funcionamiento mental de la persona es mejor durante las ECM que en nuestra vida normal”, dijo Greyson en una entrevista con The Epoch Times. “Si les preguntas sobre sus experiencias cercanas a la muerte que ocurrieron hace 15 años, te las cuentan como si hubieran sucedido ayer. Si les preguntas acerca de otras experiencias de sus vidas durante ese tiempo, son recuerdos muy borrosos, si es que tienen alguno”, agrega el científico. “Cuando entiendes que estas experiencias se caracterizan por procesos de pensamiento mejorados que ocurren cuando el cerebro no está funcionando bien o, a veces, cuando no funciona en absoluto –durante un paro cardiaco o con anestesia profunda–, circunstancias bajo las cuales la ciencia del cerebro nos dice que esta persona no debería ser capaz de pensar, percibir o formar recuerdos, se vuelve completamente claro que no podemos explicar esto sobre la base de la fisiología cerebral”, dice Greyson.