En la gala de los premios Taburiente, nada fue igual desde que llegó la Mención Especial a la Concordia, gracias al que Patricia Ramírez, la madre de Gabriel, el Pescaíto, rompió su silencio en una decisión motivada “por la carta de Lucas Fernández; no pude renunciar a venir”. Patricia vino, sí, para recordar que “el mundo está lleno de mujeres y hombres buenos, y que los malos son pocos pero hacen mucho ruido”, o que “hay mañanas en que miro la vida con los ojos de mi hijo porque a veces no reúno las ganas de abrir los míos”. Improvisó sus palabras, porque “oír cantar a estos niños [el Coro de Voces Blancas municipal] me ha dado la vuelta, pero ellos son el futuro”.