Investigadores de la Universidad de Kyoto, en Japón, estudiaron a los “famosos monos de las nieves”, conocidos por bañarse en aguas termales. En un estudio publicado en el periódico Primates, Rafaela S.C. Takeshita y su equipo analizaron las heces de los macacos. Una hormona del estrés en las muestras reveló tener niveles más bajos una vez los macacos se habían bañado en las aguas termales. Según The New York Times, una joven hembra se bañó en la piscina de un hotel en 1963, lo que hizo que se construyera un parque de aguas termales exclusivo para primates.