Mastica una galleta cracker y si esta cambia del sabor dulce al salado en menos de 30 segundos, tu cuerpo asimila de buena forma los carbohidratos y los transforma en energía. "Simplemente mastica una galleta normal hasta que cambie de sabor. Si el sabor cambia en menos de 30 segundos, tu cuerpo probablemente procesará los carbohidratos con bastante eficacia. Pero si la galleta no ha cambiado de sabor después de 30 segundos, entonces debes considerar seriamente comer una dieta baja en carbohidratos". La prueba la hizo con una galleta salada, conocidas como cracker. Si en menos de 30 segundo su sabor ya es dulce, entonces tienes buenas noticias. Este experimento lo creó el genetista Sharon Moalem, quien asegura que un cambio de sabor muy lento o nulo, muestra que nuestro cuerpo no procesa los carbohidratos de manera eficiente, lo que permite un aumento de peso. Los mecanismos fisiológicos detrás de esta prueba no han sido definidos completamente, sin embargo se presume que sea genética, reflejando los niveles de amilasa, una enzima en la saliva, que descompone el almidón en azúcar para que el cuerpo la use como energía. Algunas personas tienen saliva cargada de amilasa (hasta 50 veces más que otras) y descomponen los carbohidratos más fácilmente, de ahí el sabor azucarado.