La mantis religiosa es un insecto especialmente curioso por muchísimas razones, pero especialmente por su afición al canibalismo sexual. Como sabéis, se trata de un animal especialmente sádico, no sólo por su físico, que le da la apariencia de alguien que está tramando algo, sino también por lo crueles que puede llegar a ser las hembras, que decapitan al macho justito en el momento del acto sexual. El canibalismo sexual no es una costumbre generalizada en todas las mantis religiosas; pues, de hecho, en muchos casos ambos miembros de la pareja terminan los encuentros sexuales con todas las partes del cuerpo en su sitios. Sin embargo, sí que es cierto que aproximadamente el 13-28% de estas relaciones la cosa acaba con la hembra comiéndose al macho. Esto hace que visualicemos a estos insectos como seres demoníacos, pero los biólogos llevan años tratando de dar una razón que contribuya a la mejora de su imagen. Uno de los argumentos más probables reside en que el contenido proteico del macho aporta a la hembra un aporte extra de energía que le ayuda a poner un mayor número de huevos, contribuyendo con ello al desarrollo de una progenie mayor. El canibalismo sexual no es una costumbre generalizada en todas las mantis religiosas; pues, de hecho, en muchos casos ambos miembros de la pareja terminan los encuentros sexuales con todas las partes del cuerpo en su sitios. Sin embargo, sí que es cierto que aproximadamente el 13-28% de estas relaciones la cosa acaba con la hembra comiéndose al macho. Esto hace que visualicemos a estos insectos como seres demoníacos, pero los biólogos llevan años tratando de dar una razón que contribuya a la mejora de su imagen. Uno de los argumentos más probables reside en que el contenido proteico del macho aporta a la hembra un aporte extra de energía que le ayuda a poner un mayor número de huevos, contribuyendo con ello al desarrollo de una progenie mayor.