Ricardo Canaletti viajó a esa ciudad del centro del país y recorrió el lugar junto a la denunciante, que recibió amenazas. Un informe de Cámara del Crimen.
Clara Rosa Martín, empleada del Cementerio San Vicente de la ciudad de Córdoba, denunció a directivos y empleados del lugar de profanación y saqueos de tumbas, robo de cuerpos y cremaciones ilegales.

Existiría una mafia que vendería calaveras (cotizaban hasta 500 pesos), esqueletos completos (hasta 6 mil pesos), pertenencias, pelos y dientes. Estudiantes de medicina, de odontología y personas que practican hechicería serían los principales clientes.

Además se habrían practicado cremaciones ilegales, cobrando un precio distinto, por izquierda y sin dejar registro alguno.

La justicia acaba de comprobar la existencia de una fosa común (hoy con custodia policial) en la que habrían centenares de cuerpos puestos ahí con el fin de oculta pruebas.

Hay además otra denuncia. Es de un señor llamado Héctor Verdún quién denuncia la desaparición del cuerpo de su madre. Durante años le cobraron por el cuidado de su tumba, pero un día se encontró todo removido y el cuerpo no está. Le dijeron que había habido un error y el cuerpo estaba en otra fosa, a pocos metros, pero ahí había el cuerpo de un hombre.

Ricardo Canaletti viajó al cementerio para comprobar la veracidad de la denuncia. Lo recorrió junto a la denunciante Clara Martín (quién está amenazada) y entrevistó a Héctor Verdún delante de la tumba vacía de su madre. Las imágenes que se ven en el informe son impactantes (cajones abiertos, tumbas removidas, huesos a la vista).