La operación pilló de casualidad en Donosti al juez Fernando Grande-Marlaska que no ha querido desaprovechar la oportunidad de ir a alguno de los registros. El magistrado acudía ayer por la tarde a una herriko taberna del barrio donostiarra de Intxaurrondo y allí estaba cuando los agentes hicieron un sorprendente hallazgo en el interior del local y encontraron una caja fuerte que, al parecer, contiene abundante documentación.