Belisario Dominguez fue un médico y político que murió asesinado el 7 de octubre de 1913, por ejercer su derecho a la libertad de expresión frente al senado de México, y en contra del entonces presidente, Victoriano Huerta. Desde 1953, el máximo galardón que entrega ese país lleva su nombre. En esta ocasión ha sido entregado a una científica pionera de la conservación que, como pocos, encarna el deseo de justicia y libertad del prócer mexicano.