Podía haber acabado en otra tragedia, pero afortunadamente no se han registrado víctimas. El pasado martes se hundió parte de un túnel de las obras del AVE Madrid-Valencia. Fue en las cercanías de la localidad toledana de Ontígola. La lluvia intensa provocó un movimiento de tierras y se vino abajo parte del techo. Las medidas de seguridad funcionaron y los trabajadores pudieron salir a tiempo, pero la maquinaria quedó atrapada. Hoy todavía cuatro camiones siguen sepultados. La noticia no se ha conocido hasta hoy. Y no, precisamente, de boca del ministerio de Fomento sino porque lo ha destapado la prensa. El PP y los Gobiernos populares de Madrid y la Comunidad Valenciana han pedido explicaciones oficiales.