El futuro presidente de Estados Unidos dedicó la víspera del Día de Acción de Gracias a repartir alimentos a necesitados en una iglesia de Chicago. Junto a su esposa e hijas repartieron comida, besos y abrazos a todos los que se lo solicitaban. Entre ellos decenas de niños encantados con su presencia. Obama también aprovechó la jornada para anunciar la creación de un nuevo organismo dedicado exclusivamente a supervisar las medidas contra la crisis financiera.